El siglo XX ha sobresalido, no por las utopías almacenadas en la memoria. Mas bien, por genocidios, sobrepoblación que lleva a la destrucción de la naturaleza, destrucción para construir edificios, mall, porque hoy en día todo es grandilocuente, vivimos en un mundo tremendista, donde todo para ser visto y valorado debe tener forma de imperio.La poesía ha sobrevivido entre agonías prolongadas y resurrecciones gloriosas, ha traspasados revoluciones afectivas y efectivas, el cambio de prioridades, la dirección del ser humano que ha perdido respeto por lo divino, por la naturaleza y lo que es peor, ha perdido el respeto de sí mismo.
La poesía frente al siglo XXI se ve sometida nuevamente a un momento crucial, defender la creatividad frente a un mundo globalizado, donde se ha estandarizado la forma de vida, donde la convivencia ha perdido ante el materialismo reinante.
Todo homicidio tiene una evidencia, todo amor tiene cenizas, todo tiempo tiene poesía. Los crímenes, el amor a través de la historia han ido cambiando, se han metamorfoseado con la tecnología, y la poesía como es inherente al ser humano, también ha cambiado los moldes que la sustentan. Ha cambiado pero sin dejar ni perder su esencia, pues vida, muerte y todo aquello que conforma nuestra existencia es POESIA.
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