de pronto las estaciones cubriendo el gris del aire
ruidos blancos mirando por las ventanas
como un dios sin ser invitado llega a la mesa
de pronto sin huellas sin marcas bajamos
de los espacios triangulares rectos circulares
aferrados al último sueño
llegamos al final del camino
heridos sangrando sudor
al final del día dejamos de mordernos
nos miramos sin uniforme de guerra
sin armamento
y la bala se detuvo al saber que como yo
también sangras
enemigo mío.
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